Análisis de decimas

AQUI EMPIEZAN MIS QUEBRANTOS
Con moño y delantal blanco
a los seis años justitos,
al brazo mi cuadenillo
me voy al colegio al tranco.
En viendo el camino franco
me puse a dar unos brincos.
Me dobla fuerza y ahínco
tal seremil de chiquillas,
volando cual candelilla
contaba de uno hasta cinco.

Aquí principian mis penas,
lo digo con gran tristeza,
me sobrenombran "maleza"
porque paresco un espanto.
Si me acercaba yo un tanto,
miraban como centellas,
diciendo que no soy bella
ni pa' remedio un poquito.
La peste es un gran delito
para quien tiene su huella.

De llapa, mis compañeras
eran niñitas donosas,
como botenes de rosa
o flores de l'azucena.
P'a más desgracia, docenas
lucían su buena plata,
la Viola, una garrapata
menor d'un profesorcito
de sueldo casi justito,
se nos volvía hojalata.

Declaro la estimación
qu'en mucha gente encontramos,
perfume son de retamos;
el sentido y la unión
se siente en el corazón
cuando nos brindan la mano.
Mas, el cariño d'hermano
se pierde en el infinito,
cuando falta el pan bendito
par' el vivir del critiano

Diez bocas siempre pidiendo
lleva mi maire el problema,
vestidos, botas y medias,
panes al mes son seiscientos.
Pa' no andasr con lamentos
remiendo noches enteras,
cosiéndole a Valenzuela
y al dueño 'e la propiedad,
pero esta plata, en verdad,
por el arriendo descuentan.

Análisis:
Violeta sentía una enorme felicidad por ir al colegio, pero no sabía lo que le esperaba ya que, al llegar, la tristeza comenzó a surgir en su vida. La sobre nombraron “maleza” por las secuelas que había dejado la terrible enfermedad en su cara, sólo por este hecho trataban muy mal a la pobre niña que lo único que había hecho era caer bajo una maldición de la vida, sin saber por qué razón. Los demás lo tenían todo, por lo que podemos apreciar que hasta en su colegio las clases sociales estaban bastante marcadas. Como no fue bien acogida por sus compañeros al no representar la situación económica y física que la haría algo popular entre ellos, agradece a su familia, por el amor interminable que le daban, que la hacían olvidar los malos momentos que había vivido en su colegio a causa de los insultos que sus compañeros le decían. Al final se muestra la lucha que vive su madre para alimentar a 10 personas, a pesar de todos los sacrificios y el trabajo duro, el dinero obtenido se esfuma al momento de pagar el arriendo y hay que abastecerse con lo que haya.




LA SUERTE MIA FATAL
La suerte mí fatal
no es cosa nueva, señores,
me ha dado sus arañones
de chica muy despiadá;
batalla descomunal
yo libro desde mi infancia;
sus temibles circunstancias
me azotan con desespero,
dejándome años enteros
sin médula y sin sustancia.

Dice mi mama que fui
su guagua más donosita,
pero la suerte maldita
no lo quiso consentir;
empezó a hacerme sufrir
primero, con la alfombrilla,
después la fiebre amarilla,
me convirtió en orejón.
Otra vez, el sarampión,
el pasmo y la culebrilla.

De Santiago, pa' Lautaro
con siete crías colgando,
petaca y monos andando,
busca mi taita reparo.
Su capataz l'hizo un aro
diciendo: Mire, Parrita,
la cosa está aquí malita,
se le traslada p'al Sur,
acomode su baúl,
recíbame esta platita.

Mi taita fue muy letrario:
paà profesor estudió,
y a las escuelas llegó
a enseñar su diccionario.
Mi mama como canario
nació en un campo florí'o;
como zorzal entumí'o
creció entre las candelillas;
conoce lo qu'es la trilla
la molienda y l'amasijo

Con un chiquillo en los brazos,
los otros seis a la cola,
entramos como una ola contentos como payasos,
casi pisando los pasos
de mi preocupa'o paire,
que los monta por los aires
a una casa misteriosa
que yo la vi más hermosa
que la capilla del fraile.

Análisis:
Al leer esta décima, podemos notar claramente la lucha de la familia Parra contra las enfermedades de Violeta y el sufrimiento que vivió por mucho tiempo, por esto mantuvieron su fe y su esperanza para que la maldición que la vida le había enviado a la pobre niña no terminara con su vida, al igual que con anteriores víctimas de la misma que, al parecer, no lucharon lo suficiente o simplemente no estaban preparados para tal tipo de sufrimiento. Muchos conocidos fueron a apoyarla para que pudiera salir adelante y vencer al mal que había contraído, entregándole la mayor cantidad de amor posible, al final ayuda bastante en el ánimo y el entusiasmo con el que la inocente joven fuera venciéndolo. Pero no todos sabían que éste mal era contagioso y obviamente no querían compartirlo, en ese momento, no tenía otra alternativa que luchar sola con el mayor empeño posible.

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